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La popular Dieffenbachia

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La dieffenbachia es una planta ornamental

Imagen – Wikimedia/Daderot

Las Dieffenbachia son muy populares en interiores, ya que toleran bien la falta de luz y son idóneas para aquellas personas que no tienen mucha experiencia en el mantenimiento y cuidado de las plantas. Sus hojas son muy ornamentales, y cada variedad tiene su propio »dibujo», pero las exigencias de cultivo son similares para cada una de ellas.

Decorar con ellas es realmente fácil, ya que no son muy exigentes, e incluso pueden vivir en macetas durante toda su vida. Pero, ¿cómo se cuidan?

Origen y características de las dieffenbachia

La dieffenbachia es una planta perenne

Se trata de un género de plantas perennes originaria de las selvas de América Central y de América del Sur. Crecen hasta alcanzar una altura de entre los 2 y los 20 metros dependiendo de la especie y del lugar de cultivo, y presentan un tallo erguido del que brotan hojas ovaladas o lanceoladas, de color verde oscuro o variegada.

A día de hoy se han creado distintos tipos de cultivares, tanto es así que podemos encontrar dieffenbachias con hojas más verdes que blancas, y otras con hojas más blancas que verdes. En cualquier caso, hay que saber que todas ellas son tóxicas si se consumen.

Popularmente se conocen como lotería, galatea, o por supuesto dieffenbachia.

¿Es una planta venenosa?

Para responder a esa pregunta es importante primero aclarar conceptos: una planta venenosa es aquella que puede causar la muerte, mientras que una planta tóxica es aquella que puede causar alguna reacción molesta pero sin llegar a ser mortal. Partiendo de esto, la diffenbachia es tóxica para los humanos adultos (para los niños y animales domésticos sí es venenosa).

Si una persona adulta mastica las hojas por ejemplo, como estas contienen cristales de oxalato de calcio tendrá ardor y enrojecimiento que en principio serán leves o moderados. Solo requerirá atención médica urgente si es una persona especialmente sensible, o si es un niño, puesto que en estos casos los síntomas son graves: dificultad respiratoria, babeo y/o dolor de garganta severo. El tratamiento para ellos se hará con carbón activado, analgésicos y/o antihistamínicos, dependiendo de la gravedad de cada uno.

De todas formas, si en casa hay niños y/o animales domésticos, no se recomienda tener dieffenbachia, a no ser que se ponga en una zona inaccesible para ellos.

Principales especies

En el género Dieffenbachia se incluyen unas 30 especies distintas. Todas ellas son muy tóxicas, pero no por ello se cultivan menos que otras; de hecho, son unas de las plantas que más se cultivan en interior ya que toleran las condiciones de poca luz. Ahora bien, ¿cuáles son las más populares?

Dieffenbachia amoena

La Dieffenbachia amoena es una variedad de diffenbachia

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

La Dieffenbachia amoena es la especie del género que tiene las hojas más grandes: llegan a medir 30 centímetros o más de largo. Recibe otro nombre y es Dieffenbachia tropic, haciendo referencia a la Dieffenbachia amoena »Tropic Snow». Anteriormente se llamaba Dieffenbachia bowmanii, y es nativa de Brasil. Puede alcanzar una altura de unos 50 centímetros en un año, y llegar al metro y medio de altura incluso en maceta. 

Dieffenbachia ‘Camilla’

La Dieffenbachia Camilla es una planta tropical

Imagen – Wikimedia/LucaLuca

La Dieffenbachia ‘Camilla’ es una variedad. Su nombre científico completo es Dieffenbachia amoena var »Camilla». Se trata de una planta de mediano tamaño, con tallos que alcanzan los 30 a 40 centímetros, y con hojas verdes y blancas. Casi podríamos decir que es una de las que tiene el follaje más blanco de todos, una característica que la embellece enormemente.

Dieffenbachia seguine

Vista de la dieffenbachia seguine

Imagen – Wikimedia/Forest & Kim Starr

La Dieffenbachia seguine es una especie que antes se llamaba Dieffenbachia maculata. Es nativa de México, Centroamérica, las Antillas y el norte de América del Sur llegando hasta Brasil. Crece entre 1 y 3 metros de altura, y sus hojas son de color verde amarillento con el margen verde.

¿Cuales son los cuidados que requiere?

Si te animas a tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Ubicación

  • Interior: como planta de interior se puede tener en habitaciones con mucha luz. Las Dieffenbachia son originarias de las selvas tropicales, donde viven bajo la sombra de los árboles; es por ello que tolerarán mejor la poca luz que otras plantas de hojas variegadas. Sin embargo, son muy sensibles al frío. Aunque pueden soportar temperaturas de hasta 5º, lo más recomendable que es que no bajen de 10º, ya que si eso llega a suceder, es probable que empiece a perder algunas hojas.
  • Exterior: se verá espectacular bajo la sombra de otros árboles, en un sitio resguardado y solo si el clima está libre de heladas. No exponer nunca al sol, ya que se quemaría.

Riego

Es una planta sensible al exceso de agua, así como a la sequía. Para evitar problemas, es muy recomendable comprobar la humedad de la tierra o sustrato, ya sea introduciendo un palo delgado de madera, escarbando un poco o pesando la maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días.

Si dudas, es mejor esperar unos días. De todas formas, dependiendo del clima y de su ubicación, se riega una media de 3 veces por semana en verano y una media de 1-2 semanales el resto del año.

Usa agua de lluvia, o sin cal, ya que de lo contrario las hojas podrían presentar clorosis.

Tierra

Vista de la dieffenbachia

Imagen – Wikimedia/Jerzy Opioła

  • Maceta: aunque pueden crecer hasta una altura de 4m según variedades, en cultivo rara vez supera los 2m. Son plantas que se pueden tener en maceta sin problemas, ya que su tronco es delgado y su crecimiento más bien lento. El sustrato ideal será aquel que tenga un pH ácido, entre 4 y 6, como este que venden aquí.
  • Jardín: crece en suelos ricos en materia orgánica, bien drenados.

Abonado

Para evitar la clorosis, se recomienda abonar la planta con un fertilizante específico para plantas acidófilas (en venta aquí) durante la temporada de crecimiento (desde primavera hasta principios de otoño).

También es muy aconsejable abonar con abonos orgánicos, como el guano, para conseguir que la planta crezca con salud.

Época de trasplante o plantación

Tanto si quieres pasarla al jardín como si ves que se le salen las raíces por los agujeros de drenaje y quieres pasarla a una maceta mayor, podrás hacerlo en primavera, cuando la temperatura mínima sea de 15ºC o más.

A la hora de plantarlas en el jardín, es aconsejable mezclar la tierra del terreno con un poco de abono orgánico (como humus de lombriz por ejemplo). Esto garantizará una rápida adaptabilidad y un crecimiento óptimo.

Poda

Vista de la dieffenbachia en jardin

Imagen – Wikimedia/Louise Wolff

No la necesita, pero puedes quitarle las hojas secas, enfermas y débiles cada vez que lo consideres necesario.

En el caso de que la tengas en interior y esté tocando techo o le falte poco, pódala a finales de invierno. Así sacará brotes más bajos.

Plagas

Puede verse afectada por araña roja, cochinilla, pulgón y trips. Se tratan con insecticidas específicos, o si la plaga no se ha extendido mucho, con un trapo empapado en alcohol de farmacia. También te servirá la tierra de diatomeas (en venta aquí) o el jabón potásico.

Enfermedades

En ambientes húmedos, o cuando está sufriendo por un riego excesivo, los hongos causarán la aparición de manchas en las hojas, y/o la pudrición del tallo y de las raíces. Se trata con fungicida sistémico (en venta aquí).

Rusticidad

No resiste el frío ni las heladas. La temperatura mínima que soporta es de 10ºC.

Problemas comunes del cultivo de la dieffenbachia

La Dieffenbachia se cultiva en interior

Imagen – Wikimedia/Forest & Kim Starr

Hay una serie de problemas que suelen presentarse, sobretodo cuando se cultiva en interior, y son:

Quemaduras en hojas y/o tallos

La planta dieffenbachia no es una que tolere el sol ni la luz directa. Por eso, es muy importante ponerla un poco protegida del astro rey, pues solo así podremos conseguir que crezca bien. Además, tampoco es buena idea tenerla junto a la ventana, puesto que igualmente se quemaría al producirse el efecto lupa.

Para saber seguro si le ocurre esto u otro problema, tendremos que fijarnos en dónde han aparecido esas manchas. Por ejemplo, si la planta está en interior, las quemaduras aparecerán en la parte que esté más cerca de la ventana. Una dieffenbachia quemada, siempre que el problema sea leve, se mantendrá verde y creciendo presentando únicamente algunas manchas marrones en pocas hojas. La situación es distinta si ha sufrido mucho: en estos casos lo mejor es cortar por lo sano, ponerla en sombra y esperar.

Pierde hojas

La pérdida de hojas puede ser un signo de que hay algo malo que le está pasando, pero no siempre será así. Dependerá mucho de cuáles sean esas hojas las que se estén desprendiendo de la planta:

  • Si son jóvenes: puede ser por una temperatura baja, aire seco o frío. Hay que protegerla en invernadero o dentro de casa, y asegurarse de que la humedad ambiental que tiene a su alrededor es alta, por ejemplo poniendo vasos con agua cerca de la maceta.
  • Si son las inferiores: es algo normal, ya que la esperanza de vida de las hojas es limitada. También puede deberse a frío.

De todas maneras, es importante aclarar algo: cuando hablamos de pérdida de hojas nos referimos a que dichas hojas ya no pueden seguir cumpliendo con su función, por el motivo que sea, y por lo tanto la dieffenbachia ya no puede »contar» con ellas.

Y es que esta es una planta que, a diferencia de otras, no se desprende de sus hojas muertas enseguida que quedan inservibles, si no que primero deja de alimentarlas (es entonces cuando se ponen amarillas) y luego marrones. Para prevenir infecciones, lo ideal será cortarlas en cuanto pierdan su color natural.

Bordes de las hojas marrones

Si las puntas de las hojas de la dieffenbachia están de color marrón, puede ser porque el aire es muy seco. Esta planta vive en las selvas tropicales, donde la humedad ambiental es alta. Por este motivo cuando se tienen en lugares donde el ambiente es seco, ya sea en interior o en exterior, las hojas son las primeras en pasarlo mal. Ahora bien, este no es el único motivo.

Cuando la ponemos muy cerca de una pared o en una zona por la que pasamos con frecuencia, también nos arriesgamos a que acabe con los bordes de algunas hojas (las que estén más cerca de la pared y/o de las personas cuando estas pasan por su lado) marrones. Por consiguiente, tenemos que hacer varias cosas:

  • Humedad baja: colocarle vasos alrededor o un humidificador será lo más recomendable. En verano también le podemos rociar con agua sin cal sus hojas a diario.
  • Cambiarla de sitio: si vemos que solo las hojas de un lado tienen los bordes secos, tendremos que alejarla de la pared y/o buscarle otro lugar.

Hojas amarillas

El amarilleamiento de las hojas es debido casi siempre a un problema con el riego. La dieffenbachia necesita riegos moderados, pero es importante no echarle más agua de la que necesita ya que de lo contrario tendría problemas.

Para saber si estamos regando poco o mucho, tenemos que fijarnos en los síntomas:

  • Exceso de agua: las hojas inferiores se vuelven amarillas rápidamente. Además, la tierra se ve muy húmeda, hasta el punto de que puede estar creciendo verdina.
  • Falta de agua: en este caso, serán las hojas nuevas las que amarillearán. La tierra se verá muy seca, y puede que cuando riegues sea incapaz de absorber el agua.

¿Qué hacer?

Bueno, si estamos regando de más, hay que suspender los riegos. También es recomendable que, si está en maceta, la saquemos de ahí y envolvamos el pan de tierra con papel absorbente a doble capa para que absorba la humedad. En el caso de que veamos que se empapa enseguida, lo quitaremos y pondremos otro nuevo, y dejaremos la planta así unas 12 horas, en un lugar seco y protegido. Pasado ese tiempo, la plantaremos en una maceta nueva con sustrato universal mezclado con perlita a partes iguales, y la trataremos con fungicida para prevenir infecciones.

Por el contrario, si tenemos una diffenbachia seca, lo que haremos será regarla a consciencia. Si está en maceta, la cogeremos y la meteremos en un barreño con agua durante una media hora para que se rehidrate. Esto servirá también para que la tierra vuelva a recuperar su capacidad de absorción del agua.

¿Dónde comprar?

Consíguela desde aquí:

¿Qué te ha parecido la Dieffenbachia? ¿Tienes en casa?


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