El cersis siliquastrum es un curioso árbol que destaca por mucho más que por el hecho de pertenecer al grupo de plantas conocidas con sobrenombres relacionados en la tradición católica. Ya que también se suele denominar como árbol de Judea (porque se encuentra mayoritariamente en Israel, lo que era la antigua Judea) o árbol de Judas. Si no lo reconoces por estas denominaciones, quizá lo hayas oído llamar como algarrobo loco o ciclamor.
Según un relato clásico, tras traicionar a Jesucristo, Judas se ahorcó en un árbol de esta especie. Por eso, hoy en día es más conocido como árbol de Judea que por su denominación empírica. Si quieres saber un poco más sobre él, sigue leyendo.
Origen y hábitat natural del cersis siliquastrum
En esta ocasión hablamos de un árbol de hoja caduca que forma parte de la familia Fabaceae o Leguminosae, que resulta ser una de las más grandes y diversas del reino vegetal. Compuesta por una amplia variedad de plantas que incluyen árboles, arbustos, hierbas y enredaderas. Además, dentro de ella hay plantas con un gran valor a nivel alimenticio, como las legumbres.
La historia de este árbol está ligada a la figura de Judas, pero lo cierto es que su existencia se remonta mucho más atrás en el tiempo. Es una especie originaria del Mediterráneo y del oeste de Asia. De forma que su hábitat abarca regiones con un clima mediterrano de veranos secos y calurosos e inviernos suaves.
De forma silvestre crece en bosques caducifolios, laderas rocosas, márgenes de los ríos y áreas boscosas abiertas. Además, es una especie que se cultiva por ser un árbol decorativo ideal para jardines y al que se le atribuyen algunos usos terapéuticos.
Características del cersis siliquastrum
Hay una serie de rasgos físicos que permiten distinguir rápidamente al árbol de Judea:
Tamaño y forma
Este es un árbol de tamaño mediano, cuya altura suele oscilar entre los cuatro y los 10 metros. Su hábito de crecimiento es entre redondeado y extenso, formando una corona amplia y extendida.
Cuando se cultiva con fines ornamentales, lo habitual es trabajar la copa a través de la poda para darle una forma redondeada.
Corteza
Cuando el árbol es joven, su corteza muestra una textura lisa de un color entre grisáceo y marrón claro. Con el paso del tiempo es habitual que se vuelva rugosa y muestre algunas grietas. Por eso, mirando el tronco del árbol, ya podemos saber si estamos ante un ejemplar joven o uno viejo.
El tipo de madera que produce el árbol de Judas es conocida por ser dura y bastante resistente. Tiene una textura fina y uniforme que la hace adecuada para realizar trabajos detallados. Sin embargo, debido a su fuerza y su densidad, resulta complicado trabajarla con herramientas manuales. Por eso, no es tan habitual en la carpintería y la ebanistería como otras variedades de madera.
Hojas
Las hojas del árbol de Judea son de un color verde brillante durante la primavera y el verano. A medida que avanza el otoño, se van tornando de un color amarillo dorado hasta que finalmente se desprenden de la rama.
Son hojas alternas, simples, de bordes lisos y con una forma que recuerda ligeramente a un corazón.
Flores
La época de florecimiento de este árbol es el comienzo de la primavera. En cuanto las temperaturas suben, es frecuente ver sus flores, incluso antes de que las hojas empiecen a rebrotar.
La particularidad es que estas crecen directamente sobre el tronco, y tienen un llamativo color rosa violáceo, y su forma se asemeja a la de una mariposa.
Siguiendo con la leyenda en torno a este árbol, se dice que sus flores representan las lágrimas de Cristo, y su color rosa violáceo muy vivo representa la vergüenza del traidor.
Frutos
Tras la floración aparecen unas vainas planas que van madurando a lo largo del verano y del otoño. Dichas vainas están llenas de semillas que se dispersan o caen durante el invierno y permiten la aparición de nuevos ejemplares de cersis siliquastrum.
Raíces
Las raíces de este árbol son poco profundas, lo que provoca que esta variedad sea sensible a la sequía, puesto que no puede buscar agua y nutrientes en las capas más profundas del suelo.
Usos terapéuticos del cersis siliquastrum
Esta variedad no es particularmente conocida por sus usos terapéuticos, pero algunas de sus partes sí se han utilizado de manera anecdótica dentro de la medicina popular.
Algunos estudios sugieren que los extractos obtenidos de sus hojas y sus flores tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias por la presencia en ellos de compuestos fenólicos y flavonoides. Compuestos que también tienen interés para la formulación de productos cosméticos y los suplementos dietéticos.
En el campo de la fitoterapia se utilizan infusiones o decocciones de hojas y flores del árbol de Judea para tratar afecciones como la tos o los problemas digestivos.
Dentro de la gemoterapia se emplean las yemas de este árbol para conseguir el alivio de dolores relacionados con la circulación sanguínea.
Cuidados esenciales del cersis siliquastrum
Estamos ante una especie que se cultiva principalmente con fines ornamentales. Si estás valorando la posibilidad de tenerlo en tu jardín, ten en cuenta unas cuestiones básicas en cuanto a su cuidado:
- Ubicación. Sitúa el árbol en un lugar soleado. Ponlo cerca de otras plantas, porque tiene la particularidad de poder fijar el nitrógeno atmosférico en el suelo, que resulta ser un estupendo fertilizante natural para las plantas que están cerca. Si tienes un huerto, valora su plantación en las inmediaciones del mismo, porque puede ser de gran ayuda para luchar contra las silas de especies como los manzanos o los olivos.
- Riego. Durante los primeros años necesita un riego regular. Una vez que está establecido puede tolerar la sequía, pero solo durante períodos cortos de tiempo. Por eso, se aconseja regar con asiduidad durante el verano.
- Poda. No requiere una poda regular, pero puedes podarlo al final del invierno o principio de la primavera para darle forma y eliminar las ramas muertas o dañadas.
- Protección contra el frío. Puede resistir heladas ligeras, pero las temperaturas extremadamente frías pueden dañar este árbol. Para protegerlo, aplica una capa de mantillo alrededor de la base del árbol y cubre la copa durante las noches heladas.
El cersis siliquastrum es un árbol no muy exigente en cuanto a sus cuidados, y que resulta digno de observar cuando está en floración. ¿Te animas a tenerlo en tu jardín?