La Fockea edulis es una pequeña planta que no suele sobrepasar el metro de altura. Es muy curiosa, puesto que sus tallos actúan como si de una planta trepadora se tratara, pero cuando ves su grueso tronco, te das cuenta de lo rara que es.

Es originaria de África, especialmente de la zona sur del continente, y es una de las especies más populares en las colecciones de cactus, crasas y plantas con caudex.

La Fockea edulis es una especie que pertenece a la familia Apocynaceae. Se caracteriza por tener un tronco muy grueso en relación con el tamaño de la planta, de unos 20cm en su edad adulta. Las hojas son de color verde, de hasta 5cm de largo. Las flores aparecen distribuidas en inflorescencias durante la primavera o el verano, según climas, y desprenden un aroma muy agradable.

Es una planta enredadera, pero lo cierto es que muchas veces en cultivo se poda para mantenerla con los tallos más cortos. Aunque siempre puedes colocarle alambres más o menos gruesos para que sus hojas trepen por allí, o un tutor, tal y como puedes ver en esta imagen:

La Fockea edulis es una especie muy recomendada para principiantes, ya que no requiere de cuidados especiales ni complicados. Es muy agradecida, soportando la sequía mucho mejor que otras plantas, por lo que hay regarla muy poco: una vez cada 10 días, menos en invierno. Lo que sí que debemos tener en cuenta es que es muy sensible al frío: si la temperatura baja de los 5ºC, es conveniente ponerla en el interior del hogar, en una habitación muy luminosa. Cuando se tenga en el exterior, se aconseja ubicarla a pleno sol, pero manteniendo el tronco en sombra.

En cuanto al trasplante, al ser de crecimiento lento, se puede cambiar de maceta cada 2-3 años, en primavera, usando para ello un sustrato que tenga buen drenaje (mezclando por ejemplo turba negra con perlita a partes iguales), y un tiesto que sea al menos 4cm más ancho que el anterior.

¿Conocías esta singular planta?

El artículo Fockea edulis, una planta curiosa para tener en maceta ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

El Feng Shui es un sistema filosófico chino muy antiguo cuyo objetivo es lograr la influencia positiva sobre las personas y sobre el espacio que ocupan. Si bien actualmente se considera desde una pseudociencia hasta un conjunto de supersticiones chinas, a día de hoy se está volviendo muy popular.

Las antiguas creencias siguen estando muy presentes en nuestro día a día, y eso es algo que determina en cierta medida quiénes somos, cuál es nuestro carácter, etc. En el caso del Feng Shui, hay una serie de plantas que no recomienda tener en el hogar. Sepamos cuáles son las plantas que dan mala suerte.

Clavel del aire

El clavel del aire, cuyo nombre científico es Tillandsia aeranthos, es una planta de muy fácil cultivo que se suele tener en el interior del hogar. Sin embargo, no es conveniente tenerla dentro de la vivienda puesto que absorbe la buena energía.

Agave

Los Agave son plantas crecimiento muy rápido que se utilizan mucho para decorar jardines. Amantes del sol, es preferible tenerlas en el exterior de la casa, ya sea en el patio o en el balcón, o en el mismo jardín si se dispone de él.

Cactus

Los cactus son unas plantas muy interesantes para tener en maceta, puesto que crecen lentamente y no alcanzan, la mayoría, un tamaño muy grande. Pero atraen la energía negativa, por lo que es importante evitar ponerlos en la entrada del hogar.

Hortensia

Las hortensias son unos arbustos acidófilos (es decir, que necesitan un sustrato y un agua de riego con pH bajo, entre 4 y 6, para que puedan crecer bien), que según el Feng Shui representa la soledad. Así pues, no es recomendable tenerla dentro del hogar.

Photos

El Photus, conocido científicamente con el nombre de Epipremnum aureum, están consideradas plantas ”vampiro”, esto es, absorben tanto la energía positiva como la negativa. Por este motivo, no es aconsejable tener más de 3, ya que de lo contrario se podría crear un desequilibrio energético.

¿Sabes de otras plantas que dan mala suerte?

El artículo 5 plantas que dan mala suerte ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

Apetece llevarse una, ¿verdad? Las hojas en forma de corazón de la Hoya kerrii son muy bonitas. Además, es de fácil cultivo, puesto que al ser pequeña, se puede tener decorando el hogar durante toda su vida, y no requiere riegos muy frecuentes.

Si acabas de adquirir una o piensas hacerlo próximamente, aquí tienes una guía de los cuidados de la Hoya kerrii.

La Hoya kerrii es una planta enredadera de crecimiento medio-rápido que puede alcanzar 1-2m de altura. Tiene las hojas carnosas, en forma de corazón, que es por lo que se llama la planta del corazón. Es muy bonita, pero también muy sensible al frío, ya que temperaturas inferiores a los 7ºC la pueden dañar seriamente.

Se puede encontrar a la venta en viveros y tiendas de jardinería prácticamente todo el año, especialmente en las fechas próximas al día de San Valentín, ya sea como esqueje plantado en una maceta pequeña (como los de la foto que encabeza el artículo), o como planta un poco más crecida. El precio de la Hoya kerrii varía bastante de un lugar a otro, pero suele rondar los 5 euros las pequeñas, y los 20 euros las más grandes.

Una vez en casa, se recomienda trasplantarla a una maceta más grande (por ejemplo, si estaba plantada en una de 6’5cm de diámetro, pasarla a una de 10’5cm), utilizando un sustrato que sea muy poroso, como pudiera ser turba negra mezclada con perlita a partes iguales, o con pómice mezclado con un 40% de turba negra.

Después, se debe ubicar en una habitación muy luminosa, pero que esté protegida de las corrientes de aire, ya sean frías o cálidas, y regar el sustrato (no la planta) cada vez que éste esté bien seco. Asimismo, también es importante abonarlo, usando para ello un abono mineral para cactus siguiendo las recomendaciones indicadas en el envase, en primavera y en verano.

¿Qué te ha parecido la Hoya kerrii?

El artículo Cuidados de la hoya kerrii ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

¿Qué tipos de plantas se pueden tener en maceta? Esta pregunta, aunque parezca que tiene una fácil respuesta, en realidad es difícil de responder. Hay plantas que cuando las ves en el vivero parece que no tienen que crecer mucho más, pero te la llevas a casa, la cambias de tiesto y, con el paso del tiempo, te das cuenta de que ha crecido más de lo que tenías pensado.

Para evitar esto te voy a decir cuáles son las claves para adquirir plantas que, independientemente de su tamaño, se puedan tener siempre en maceta.

Para saber cuáles son las más idóneas, tenemos que fijarnos sobretodo en el tamaño que han alcanzado en la maceta que están plantadas. Por ejemplo, unos tipos de plantas que no son adecuados serían los árboles y las palmeras que, estando en tiestos de 20-40cm, miden 2m o más y tienen un grosor de tronco de unos 2-4cm; y tampoco los cactus, crasas y plantas similares que estén en macetas de 40cm y midan entre 60cm y 3m.

Por supuesto, esto no siempre es exacto, pero por experiencia te puedo decir que es una buena referencia. Teniendo esto en cuenta, las plantas que sí se pueden tener en maceta durante toda su vida son:

• Plantas bulbosas: gladiolos, jacintos, tulipanes,… todas . Quizás el Iris y las Cannas necesitarán un tiesto más amplio que los demás, pero se pueden cultivar en un tiesto sin problema.
• Palmeras pequeñas: como las Chamaedorea o los Chamaerops. Las Dypsis lutescens y las Howea forsteriana también pueden estar en maceta durante muchos años, especialmente la segunda ya que tiene un ritmo de crecimiento muy lento.
• Arbustos: todos los arbustos se pueden tener en maceta, ya que toleran muy bien la poda.
• Árboles: generalmente no se recomienda tener árboles en maceta, pero hay muchos que pueden estar en ella, como por ejemplo los cítricos (naranjo o limonero) o los arces japoneses injertados.
• Plantas aromáticas y de flor: estas plantas, al carecer de tallos leñosos, pueden vivir en un tiesto.
• Cactus y crasas: la mayoría de las especies crecerán en tiestos sin problema, como por ejemplo los cactus del género Mammillaria o Rebutia, y las crasas del género Echeveria o Crassula.

¿Qué te ha parecido? ¿Qué tipos de plantas tienes en maceta?

El artículo Tipos de plantas para tener en maceta ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

El color morado es un color que llama mucho la atención. Se utiliza mucho sobretodo por su capacidad para transmitir una sensación de paz y armonía, dos cosas que no pueden faltar en todo jardín. Incluso en los que sólo haya cactus, unas cuantas plantas moradas pueden conseguir que el lugar tenga ese toque que le ayude a estar relajado.

¿Te gustaría tener plantas con flores moradas? Afortunadamente, hay muchas que son fáciles de conseguir y de cuidar, como la más que conocida lavanda, que es un arbusto que además se utiliza en aromaterapia por el dulce olor que tienen sus hojas. Pero esta no es la única planta que te voy a sugerir…

Azafrán

El azafrán o Crocus sativus es una planta bulbosa que se planta en otoño y florece en primavera. Las flores son bastante grandes si las comparamos con el resto de la planta, ya que pueden medir 5-7cm de diámetro. Las hojas son muy delgadas, de color verde, y tienen una longitud de 10-15cm. Se puede ubicar tanto en lugares donde le dé el sol directo como en semisombra.

Digitalis

Los Digitalis, más conocidos como Dedaleras, son plantas bianuales, es decir, que su ciclo vital se completa pasados dos años. Crece hasta una altura de 40-50cm, a veces llega a los 70ccm, y tiene unas flores muy curiosas en forma de trompeta o dedal. Es ideal para climas templados, ubicándolos en una zona protegida del sol directo.

Petunia

Las petunias son extraordinariamente resistentes. Es una de las primeras en florecer en primavera. Como no crece mucho -se queda sobre los 30-35cm de altura-, es perfecta para tener en maceta. Y si el invierno es demasiado frío, con temperaturas inferiores a los 5ºC, se puede optar por adquirir sin problemas un sobre de semillas o nuevos ejemplares en primavera, pues es muy económica. Para que te hagas una idea, tanto los sobres como las plantas ya con flor pueden costar 1 euro. Interesante, ¿no crees?

Dimorfoteca

La dimorfoteca, conocida científicamente con el nombre de Osteospermum ecklonis, es una planta herbácea perenne de crecimiento muy rápido. Alcanza una altura de 40cm, y se puede usar como planta cubre-suelos en los jardines de clima cálido o templado. Es muy agradecida y adaptable, hasta el punto de que a veces necesita podas para controlarla.

Buganvilla

La Buganvilla es una planta trepadora de hoja caduca o perenne dependiendo del clima que crece en las regiones templadas-cálidas de todo el mundo. Si bien lo que nosotros llamamos flores son en realidad brácteas (la flor propiamente dicha es esa pequeña blanca que sale del centro), creo que no podía faltar en esta lista, ya que las brácteas brotan en primavera y hasta otoño no termina su periodo de floración.

¿Conoces otras plantas con flores moradas?

El artículo 6 plantas con flores moradas ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

El papiro egipcio fue una de las plantas más utilizadas por los antiguos egipcios para elaborar su papel. En él escribían desde poemas hasta los impuestos que debían de pagar. Crece a ambos lados del río Nilo, la que fue y es hoy su fuente de vida, gracias a la cual pueden cultivar.

Si quieres disfrutar de una planta con historia en varios rincones de tu jardín, sigue leyendo pues te vamos a explicar paso a paso cómo reproducir el papiro.

El papiro egipcio, conocido científicamente con el nombre de Cyperus papyrus, es originario del noreste de África, aunque actualmente se puede encontrar en todos los climas cálidos del mundo. Crece hasta una altura de 2-3m, a un ritmo muy rápido (cada año, puede sacar varios tallos siempre un poco más altos que los anteriores). Le gusta tener los ”pies mojados” de manera permanente, por lo que es ideal para poner cerca de estanques o en macetas grandes sin agujeros.

Para reproducirlo, se puede optar por hacer dos cosas: dividir los tallos, o enterrar las hojas de uno. Esta es una planta que produce semillas, pero no siempre es fácil dar con ellas y, cuando se consiguen, les suele costar mucho germinar. La división de los tallos o enterrar uno son las dos maneras más eficaces para conseguir un nuevo papiro. Veamos cómo hacerlo.

División de tallos

Para proceder a dividirlo, es importante saber que el papiro egipcio es una planta tuberculosa, esto es, los tallos brotan de unos tubérculos que están bajo tierra.

Para separarlo, lo ideal sería extraer la planta de la maceta y con una pequeña sierra cortar el cepellón por la mitad (de manera vertical). Si la tenemos en el estanque, te recomiendo quitar un poco la tierra de alrededor, y con una pequeña sierra de mano, hacer un corte profundo y retirar el tallo para posteriormente plantarlo en otro sitio del jardín o en un tiesto.

Enterrar las hojas de un tallo

Si no te quieres complicar, entonces lo único que tienes que hacer es coger un tallo y enterrar sus hojas. En muy pocos días empezarán a brotar nuevos papiros.

Tanto un método como otro se puede hacer en cualquier época del año, siendo las más idónea la primavera o el verano.

El papiro egipcio es una planta muy interesante, ¿no crees?

El artículo Cómo reproducir el papiro ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

Pereskia aculeata

Las suculentas son unas plantas increíbles: hay infinidad de especies de cactus y crasas, y la mayoría de ellas son perfectas para cultivar en maceta. Pero si hay una planta cactácea que llame algo más la atención es la Pereskia. Este es un cactus considerado como fósil viviente, puesto que fue uno de los primeros de la familia Cactaceae en habitar la Tierra, hace alrededor de 35-40 millones de años.

Se trata de una planta de origen tropical, nativa de Argentina y México, donde vive en las selvas. Crece hasta una altura de de entre 1 a 20m según variedades, y tiene unas flores muy, muy bonitas, de color blanco, magenta, rojo o amarillo.

Pereskia weberiana ”Cervetano”

Este es un cactus muy completo: tiene hojas, pero también tiene espinas. Las rosas, las cuales brotan en primavera, miden más o menos unos 5cm de diámetro. Los frutos son esféricos, de hasta 5cm de diámetro, de color rojo cuando terminan de madurar. Su ritmo de crecimiento es bastante más rápido que el de otros cactus (dependiendo de las condiciones de cultivo, puede crecer 30-35cm/año), y también es más tolerante a la humedad. De hecho, no soporta mucho la sequía .

Si te animas a ampliar tu colección con este cactus con hojas, es muy importante que lo protejas del frío y de las heladas. Al ser tropical, una temperatura inferior a los 5ºC le puede perjudicar, dañando primero las raíces, y posteriormente las hojas, que acabarían cayendo.

Pereskia grandifolia

Si hablamos del riego, este tendrá que ser semanal, algo más frecuente en verano. Durante el invierno, se recomienda regar muy poco, una vez cada 10-15 días. Durante los meses de calor, puedes aprovechar para echar unas gotas de abono líquido mineral u orgánico. De esta manera, tendrá un crecimiento y un desarrollo óptimos.

¿Qué te ha parecido esta singular cactácea?

El artículo Pereskia, el cactus con hojas ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

¿Eres de los que les gusta salir en busca de espárragos? Y, ¿qué te parece la idea de tener esparragueras en tu patio o huerto? Son plantas muy resistentes a la sequía y, además, un sólo ejemplar produce una gran cantidad de espárragos durante unos meses.

Se pueden comprar en el supermercado, pero no suelen saber igual que los que se recogen del campo, debido principalmente a la manera como los cultivan. Así pues, te animo a que vayas en busca de plantas que den espárragos, pero no para recoger éstos, sino sus semillas. Para que germinen, te voy a decir paso a paso cómo reproducir las esparragueras.

Desde que tengo uso de razón, mi madre y mi hermana siempre han ido en busca de espárragos. Llegaba el mes de febrero y no había día que no aprovecharan la caminata para coger muchos, ya que las plantas crecían justo a ambos lados de la calle. No sé cómo lo hacían, pero siempre venían con dos buenos manojos. Cuando crecí, me acabé uniendo, y he de confesar que me costaba (y me cuesta todavía) encontrar algunos. Mi madre sin embargo los ve sin dificultad.

Ir a recoger espárragos es una de las cosas que se puede hacer en familia, disfrutando del campo, y del aire libre. El problema es que debido al incremento en el uso de pesticidas químicos en las calles, no siempre es seguro cogerlos. Una manera de no exponernos al peligro es teniendo nuestras propias esparragueras.

Reproducción de la esparraguera

Imagen – Well Heeled Hills

La esparraguera es una planta que florece en primavera, y fructifica a finales de verano/comienzos de otoño dependiendo de la especie y del lugar. El fruto es una drupa de color rojo en cuyo interior se encuentran las semillas, que son negras. Para que germinen lo antes posible, es muy recomendable introducirlas en un vaso con agua a temperatura ambiente durante 24h. De esta manera, el embrión se hidratará y, por lo tanto, ”despertará”.

Al día siguiente, se procede a sembrarlas en una maceta con turba negra mezclada con arena de río o, si no puedes conseguirlo, con perlita o pómice. Colócala en una zona donde le dé el sol directamente, y mantenlo siempre húmedo, pero no encharcado. Las primeras no tardarán mucho en brotar: unas 2-3 semanas, pero las más tardías pueden hacerlo pasados los dos meses.

En el caso de que en tu zona se produzcan heladas, es más aconsejable adquirir un sobre de semillas en primavera y sembrarlas en dicha estación para evitar que las plántulas se dañen.

¿Te animas a sembrar tu propia esparraguera?

El artículo Cómo reproducir la esparraguera ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

El acanto es una de esas plantas que te puedes encontrar en los campos de Europa, concretamente de la región mediterránea. Debido a su imponente y llamativo porte, así como a la belleza de sus flores, ha pasado a ser una hierba cualquiera, a formar parte del diseño de los jardines.

¿Te gustaría conocerla mejor? No te pierdas nuestro especial dedicado a esta curiosa planta.

Características del acanto

El acanto es una planta que pertenece al género botánico Acanthus. Hay un total de 30 especies reconocidas. Se trata de hierbas perennes que miden hasta 70cm de altura, y cuyas hojas son realmente espectaculares, ya que pueden medir hasta un metro de largo. Éstas son de color verde oscuro, de forma ovada y acabas en punta. Las flores aparecen distribuidas en inflorescencias de racimo de hasta 2m de altura, y son de colores variados (blancas, verdes, rosas, rojas o amarillas). El fruto es una cápsula ovoide de hasta 3cm de diámetro, en cuyo interior se encuentran las semillas que miden 10mm.

Principales especies de acanto

Si bien hay una treintena de especies, las principales son:

Acanthus mollis

Es el acanto más fácil de conseguir. Se le conoce popularmente con el nombre de oreja gigante, ya que su hojas pueden medir hasta 1m de largo. Sus flores brotan durante el verano, coincidiendo a menudo con los días de más calor.

Acanthus spinosus

Esta especie tiene hojas que están incidadas hasta la nervadura principal, lo cual la hace que se parezca mucho al cardo, ya que además acaban en punta. Su temporada de floración comienza en primavera y termina hacia el verano.

Cultivo o cuidados del acanto

Acanthus mollis

El acanto es de muy fácil cultivo, tal y como vamos a ver continuación. Es muy agradecido y resistente. Con unos mínimos cuidados, conseguiremos tener un ejemplar -o varios- que crecerán sanos y fuertes.

Ubicación

Coloca tu acanto en una zona muy luminosa, pero protegida del sol directo. También se puede poner, por ejemplo, justo entre dos árboles, ya que tendrá sombra pero no estará completamente a oscuras. Incluso hay quien los tiene en zonas del jardín sombreadas.

Riego

Necesita riegos frecuentes, especialmente durante el verano. Debes evitar que se encharque la tierra, pero por lo demás, se recomienda regar unas 2-3 veces por semana durante los meses de más calor, y entre 1 o 2 cada siete días el resto del año. Si el agua es calcárea, podrás usarla sin problema , pero si lo prefieres puedes añadirle unas gotas de limón o vinagre para bajarle un poco el pH.

Abono

Para un correcto desarrollo, es importante abonar desde primavera hasta finales del verano con un abono líquido que contenga, además de los elementos esenciales (nitrógeno, fósforo y potasio, o NPK), sino también microelementos (cobre, manganeso, hierro, etc.).

Una buena manera de asegurarse de que obtiene todo lo que necesita es usar un mes un abono, y al mes siguiente otro. Por ejemplo, un mes usamos un abono mineral universal, y al siguiente lo abonamos con un abono extracto de algas.

Trasplante

Acanthus spinosus

El momento de trasplantar al acanto será en primavera, después de que el riesgo de heladas haya pasado.

Trasplante a maceta

El acanto crece muy rápido, siendo esencial pasarlo a una maceta unos 4cm mayor cada 1-2 años. También se puede optar por plantarlo directamente en un gran tiesto, de 40cm.

En cualquier caso, usaremos un sustrato que tenga muy buen drenaje, como puede ser turba negra mezclada con perlita a partes iguales, o sustrato universal mezclado con un 30% de perlita. Si no puedes conseguir perlita, puedes ponerle bolas de arcilla, greda volcánica o arena de río.

Trasplante a tierra

Si en vez de tenerlo en maceta te gustaría pasarlo a tierra, sólo tienes que seguir estos pasos:

1. Haz un agujero de plantación 10cm más ancho y profundo que la altura y el diámetro de la maceta. Por ejemplo, si está en una de 20cm de diámetro y 15cm de profundidad, el agujero tendrá que ser, como mínimo de 30 x 25cm.
2. Echa un cubo de agua para que se empape bien toda la tierra.
3. Extrae la planta de la maceta, con cuidado de que no se rompan las raíces (si se rompiesen algunas finas, no te preocupes).
4. Introdúcela en el agujero. En el caso de que haya quedado muy baja, echa un poco de tierra, de manera que quede unos 2-3cm bajo el nivel del suelo.
5. Echa más tierra, para tapar el agujero.
6. Haz un alcorque alrededor de la planta con la tierra que haya sobrado, de 4cm de altura.
7. Finalmente, riega.

Poda

No necesita podarse. Pero sí que será imprescindibles cortarle las hojas que se hayan podido dañar durante el invierno. Para ello, simplemente será suficiente con coger unas tijeras que desinfectaremos con alcohol de farmacia, y las cortaremos.

Rusticidad

Soporta hasta los -7ºC.

Reproducción del acanto

El acanto se reproduce por semillas o, mucho más utilizado, por esqueje. Se procede de la siguiente manera:

Por semillas

Una vez que los frutos estén maduros, lo cual ocurrirá en otoño, se deben de abrir y extraer las semillas. A continuación, se introducen en un vaso con agua para hidratarlas durante 24h, y al día siguiente se siembran en semilleros, evitando poner más de 2 en cada uno.

Después de regar, se colocan en una ubicación protegida del sol directo, y a esperar . Las primeras pueden despertar pasado 1 mes, pero las más remolonas pueden tardar un poco más. Es importante mantener el sustrato húmedo; así, las plántulas tendrán el mejor comienzo.

Por esquejes

La reproducción del acanto por esquejes se realiza en primavera. Es un método muy rápido y eficaz que te permitirá tener más ejemplares sin necesidad de gastar dinero. Para ello, sigue estos pasos:

1. Corta una rama de 15cm de longitud haciendo un corte oblicuo con un cuchillo sin sierra.
2. Rellena una maceta con turba negra mezclada con perlita, o con compost.
3. Impregna la base del esqueje con hormonas de enraizamiento líquidas.
4. Haz un agujero con un palito de madera, e introduce el esqueje.
5. Riega, de manera que el sustrato quede empapado.
6. Pon 4 palitos a diferentes lados de la maceta, y cúbrela con un plástico.

El esqueje empezará a brotar en un tiempo de 2-3 semanas, a una temperatura de 25ºC, manteniendo el sustrato ligeramente húmedo.

Plagas y enfermedades del acanto

El problema más frecuente del acanto es el hongo oidio. Afecta a todas las partes de la planta, cubriéndola de ”polvo” blanco. Lamentablemente, no existe un tratamiento curativo eficaz, por lo que se debe de recurrir a cortar las partes dañadas, y a tratar con un fungicida sistémico siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.

Los caracoles y babosas también pueden hacerle mucho daño en épocas de lluvias. Para evitarlo, se aconseja proteger la planta con una malla, o bien usar molusquicidas naturales.

Usos del acanto

Esta planta se usa sobretodo para decorar los jardines, pero ¿sabías que también se puede usar como medicinal? De hecho, las hojas de una de las especies, concretamente la Acanthus mollis, se usan como laxante y para estimular el apetito; y sus raíces para la diarrea y la disentería.

Curiosidades del acanto

Hay una leyenda que cuenta que Calimaco, artista y poeta griego que vivió entre los siglos IV y III a. C., cuando vio un ejemplar de Acanthus mollis en la tumba de una dama, pensó en darles la forma estilizada de la planta a los capiteles corintios.

El acanto es una planta muy resistente y muy bonita, ¿no crees?

El artículo El acanto ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

El jarrito enano es una planta carnívora muy especial, y también muy exigente, tanto es así que su cultivo es más difícil que el de cualquier otra carnívora. A pesar de todo, es una de las más populares, y es que sus pequeñas trampas son muy bonitas, ¿no te parece?

Si te gustaría ampliar tu colección con una de estas preciosidades, sigue estos consejos para que pueda crecer sano.

El nombre científico de esta planta es Cephalotus follicularis, la única especie de su género, y pertenece a la familia Cephalotaceae. Es originaria del sudoeste de Australia, donde crece en las ciénagas. Tiene un ritmo de crecimiento muy lento, viviendo un máximo de 5 o 6 años si las condiciones de cultivo son las apropiadas. Y te preguntarás, ¿qué condiciones son esas?, es decir, ¿cómo puedo conseguir que viva ese tiempo? No es nada fácil, pero tampoco es imposible. Toma nota:

Ubicación

Al jarrito enano le gusta mucho la luz, pero por precaución es mejor situarlo en una zona muy luminosa, pero sin sol directo, ya que de lo contrario podría sufrir daños. No dejar en el exterior si la temperatura baja de los 5ºC.

Riego

El riego es lo que más cuesta controlar en esta planta. Sabemos que vive en ciénagas, por lo que necesita que el sustrato esté siempre húmedo, pero si no tiene buen drenaje, las raíces se pudrirán. Así pues, se recomienda regar por debajo (es decir, echando el agua en el plato) cada 2 días en verano, y una vez por semana el resto del año con agua de lluvia, destilada o de ósmosis.

Sustrato

El sustrato más común para las plantas carnívoras es una mezcla de turba rubia y perlita a partes iguales. Puedes añadir también una parte de arena.

Trasplante

El primer trasplante se recomienda realizar el mismo año de su compra, en primavera, pasándola a una maceta de plástico de unos 2-3cm más amplia y profunda que la anterior. Es importante tener cuidado en no dañar las raíces, ya que podría dañarse.

Abono

No abonar. Las raíces de las plantas carnívoras no pueden absorber el ”alimento” directamente, y de hecho, el abono podría quemarlas.

Plagas y enfermedades

Le pueden afectar los pulgones si el ambiente es muy seco, y Botrytis si por el contrario es muy húmedo.

¿Qué te ha parecido el jarrito enano?

El artículo ¿Cómo se cuida el jarrito enano o Cephalotus? ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

Las Begonia maculata son unas plantas muy bonitas, pero muy traicioneras. Las cuidas todo lo bien que sabes, y un día, sin más, empiezan a ponerse feas hasta que terminan por marchitarse. Sin embargo, como son muy económicas, año tras a año intentamos una y otra vez que nos sobrevivan.

Para que esta sea la última vez que tengas que comprarla, te voy a dar unos cuantos consejos sobre su cuidado.

Nuestra protagonista se caracteriza, no sólo por tener una floración muy bella, sino también por sus hojas, las cuales son muy decorativas. Es originaria de las selvas tropicales de Sudamérica, y claro, al ser tropical, no resiste el frío. De hecho, una temperatura inferior a los 10ºC puede ser fatal. Así pues. ¿cómo podemos conseguir que sobreviva al invierno? De esta manera:

Ubícala en el mejor lugar

Esta planta necesita mucha luz para poder crecer, pero no sol directo. Asimismo, también es importante evitar ponerla cerca de la ventana, ya que se podrían dañar sus hojas por el ”efecto lupa” (ocurre cuando los rayos solares entran a través del cristal e impactan directamente en la hoja, produciéndole daños).

Aléjala también de las corrientes de aire, tanto frías como cálidas, pues de lo contrario las puntas se podrían empezar a secar.

Riégala, pero poco

Una de las principales causas de muerte de las plantas es el riego en exceso. A la Begonia maculata hay que regarla 2 veces por semana en verano, y 1 cada siete días el resto del año. Si le tienes puesto un plato debajo, retírale el agua pasados 30 minutos del riego.

Abónala para que crezca sana y fuerte

Desde primavera hasta finales de verano, es muy recomendable abonarla con un abono mineral para plantas de flor. Si no lo encuentras, puedes usar guano, o un abono universal para plantas. Sigue las indicaciones que vienen especificadas en el envase, y ya verás qué bien crece tu planta.

Cámbiala de maceta en primavera

Una vez al año, en primavera, es aconsejable cambiarle la maceta. Como es una planta de crecimiento lento, puedes usar una que sea unos 3cm más amplia que el anterior. Usa un sustrato poroso, como turba negra mezclada con perlita a partes iguales, así se evitarán en gran medida los encharcamientos, los cuales podrían afectarle seriamente.

Espero que te hayan servido estos consejos y puedas, así, poder disfrutar de tu Begonia maculata durante años .

El artículo Guía de cuidados de la Begonia maculata ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

Es rústica, resistente, fragante… ¿Qué más se puede pedir? La lavanda es una planta muy popular en los jardines. Sus preciosas florecillas de color lila alegran la primavera y sobretodo el verano de una manera asombrosa. Es de muy fácil cultivo, hasta el punto de que puede soportar la sequía sin problema. Y por si fuera poco, no le afectan las plagas. Incluso propagarla es sencillo. ¿No me crees?

Sepamos cómo reproducir la lavanda por esquejes.

Para reproducir la lavanda por esquejes, lo primero que tenemos que hacer es, por supuesto, obtener los esquejes. Así pues, cogeremos unas tijeras de poda y nos dirigiremos hacia el lugar donde tengamos la planta. Después, sólo es cuestión de seguir este paso a paso:

1. Cortaremos el tallo que nos guste más, situando las tijeras lo máximo posible al tronco principal.
2. A continuación, humedeceremos su base con agua, y lo impregnaremos con hormonas de enraizamiento en polvo.
3. Después, lo plantaremos en una maceta con sustrato poroso, como turba negra mezclada con perlita a partes iguales.
4. Finalmente, regaremos hasta que el sustrato quede bien empapado, y lo colocaremos en una zona luminosa pero protegida del sol directo.
5. OPCIONAL: para mantener la humedad ambiental más o menos alta, y siempre que las temperaturas no superen los 20ºC, se puede optar por poner cuatro palitos de madera y envolver la maceta con plástico, a modo de invernadero.

Pasadas 2-3 semanas, el esqueje enraizará.

Es muy importante mantener siempre el sustrato ligeramente húmedo. De esta manera, nuestra futura planta de lavanda podrá crecer sin problemas. Asimismo, si finalmente pusimos el plástico, en cuanto veamos algún signo de crecimiento, se lo quitaremos, pues ya no será necesario.

¿Has visto qué fácil? Reproducir la lavanda por esqueje es el método más eficaz y rápido, incluso mucho más que por semillas. ¿Te animas a intentarlo?

El artículo Cómo reproducir la lavanda por esquejes ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

El romero es una planta aromática muy resistente a la sequía cuyas florecillas de color lila-azulado son muy bonitas. Es de muy fácil cultivo, y apenas requiere de mantenimiento. Sus hojas son lanceoladas, de color verde oscuro por el haz y glauco por el envés. Desprende un aroma muy peculiar, por lo que la puedes utilizar para mejorar el olor del hogar.

¿Te gustaría saber cómo reproducir el romero por esquejes? Es muy sencillo de hacer y, además, no te llevará mucho tiempo. ¿Te animas?

Para reproducir el romero por esquejes lo ideal es hacerlo en primavera. También se puede hacer en verano, pero en esta estación le cuesta un poco más enraizar. En cualquier caso, es importante que la planta sea más o menos adulta, o que al menos tenga muchas ramas, ya que si es muy joven podría sufrir bastante.

Teniendo esto en cuenta, para hacer tus esquejes tienes que cortar las ramas lo más cerca que puedas del tronco principal con unas tijeras podadoras previamente desinfectadas con alcohol de farmacia e introdúcelas en un vaso con agua de calidad, como la de lluvia, de ósmosis o potable. Cada día es importante que le cambies el agua y limpies el vaso; así evitarás que proliferen las bacterias las cuales podrían acabar dañando los esquejes.

En el transcurso de 2-4 semanas, empezarás a ver raíces, pero aún será necesario esperar un poco más antes de pasar tus nuevas plantas a tierra. Lo más recomendable es plantarlas en maceta cuando tengan raíces de, como mínimo, 5cm de longitud. Cuando finalmente las tengan, pásalas a macetas de unos 20cm de diámetro con sustrato universal para plantas mezclado con un 20% de perlita, en una zona donde no le dé el sol directamente.

Finalmente, quedará regar. Al año siguiente, si lo deseas, podrás plantarlas en el jardín en una ubicación soleada.

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La alfalfa es una planta herbácea que además de ser muy nutritiva, es también muy fácil de cuidar ya que sólo necesita estar en una zona donde le dé el sol directamente, y riegos regulares. Tiene un ritmo de crecimiento muy rápido, y apenas requiere mantenimiento. Así que si no tienes mucha experiencia en la siembra y posterior cuidado de plantas, empezar con esta curiosa y bonita planta es una muy buena opción.

Te contamos cómo sembrar alfalfa de manera que te sea aún más fácil conseguir excelentes plantas.

Imagen – Almarryamint.com

La alfalfa, cuyo nombre científico es Medicago sativa, es una hierba perenne originaria de Asia Menor que crece hasta los 50cm de altura. Sus hojas están compuestas por 3 foliolos, con bordes ligeramente aserrados en el ápice, de color verde. Las flores aparecen agrupadas en inflorescencias en racimos, cuyo tallo floral es bastante largo, de hasta 10cm.

Se reproduce únicamente por semillas, las cuales se recomienda sembrar en primavera, cuando las temperaturas se mantienen en unos agradables 20-25ºC. También se pueden sembrar en otoño, pero en este caso si vivimos en una zona donde las heladas son frecuentes, será necesario proteger los semilleros por ejemplo en una caja sin tapa cubierta por un plástico transparente a modo de invernadero.

Una vez obtenidas las semillas, se pueden -es opcional- introducir en un vaso con agua durante 24h, aunque lo cierto es que tienen un alto porcentaje de germinación, esto es, que prácticamente todas las semillas despertarán sin necesidad de hacer este paso, pero no está de más.

Al día siguiente, se procederá a sembrar un máximo de 2 semillas por cada maceta de 20cm de diámetro, separadas entre sí. Para ello, se puede usar sustrato universal para plantas, o compost. Luego, se colocará la maceta en una zona donde le dé la luz del sol durante todo el día, y se mantendrá la tierra húmeda.

En el transcurso de 5-6 días empezarán a germinar las primeras, y en tan sólo dos semanas más podrás pasarlas a una maceta mayor o al huerto.

Fácil, ¿verdad?

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Normalmente, cuando pensamos en un bambú enseguida nos viene a la mente cañas muy altas, de diez metros o más, que crecen muy rápido. Pero, ¿y si te dijera que hay una planta muy similar pero que se queda pequeña siempre, y que además se puede cultivar en interior? No, no es ninguna broma. Su nombre científico es Pogonatherum paniceum, aunque es mucho más conocido por sus otros nombres: banbú enano o bambú de interior.

Sus hojas recuerdan mucho a las que tienen las plantas más rápidas del mundo, pero en realidad, se trata de un tipo diferente. Conozcámoslo.

El bambú enano es una gramínea siempre verde con hojas lineares de hasta 8cm de longitud. Crece hasta una altura máxima de 50cm, por lo resulta ideal para tener en maceta durante toda su vida, decorando por ejemplo el salón.

Si hablamos del cultivo, no es una planta exigente. Lo único que se debe de tener muy en cuenta es que, tanto si tiene en interior como en el exterior, debe de recibir mucha luz natural. En el caso de que se viva en un clima con heladas, será necesario protegerla del frío, pues podría sufrir daños importantes.

Una vez cada dos años es necesario cambiarlo de maceta, en primavera, plantándolo en una que sea unos 3-4cm más amplia que la anterior, usando un sustrato universal para plantas mezclado con un 20% de perlita. Después del trasplante, y una cada vez cada 4-5 días, hay que regar la planta, evitando así que el sustrato se seque. Tampoco podemos olvidarnos del abono, lo cual se recomienda hacer desde primavera hasta finales del verano con un abono mineral u orgánico, como guano, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.

El bambú de interior es resistente a plagas y enfermedades, y no necesita que lo podemos. Lo que sí se puede hacer es dividir la mata, así conseguiremos nuevos ejemplares.

¿Qué te ha parecido esta planta? ¿La conocías?

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Cuando llegan determinadas fiestas, como las de Navidad, en los viveros y tiendas de jardinería empezamos a ver suculentas (tanto cactus como crasas) con una apariencia simpática, incluso divertida, pero que es sobretodo artificial. Estas plantas han sido pintadas por el único objetivo de atraer la atención de posibles compradores que, muchas veces, no dudan en llevárselas a casa.

La pintura en los cactus, así como las flores que les pegan con una pistola de silicona dejándoles una marca para siempre, son ”trucos” que tienen para vender más. Pero, ¿qué les pasa a los cactus pintados a corto o a medio plazo? ¿Qué efectos tiene la pintura en ellos?

La gran mayoría de cactus no tienen hojas, ya que el lugar de donde provienen hay un clima muy seco, y muy caluroso. Mantener las hojas es un precio demasiado alto que ellos no quieren pagar, por lo que poco a poco, a lo largo de millones de años, las han ido sustituyendo por espinas. Estas espinas no pueden realizar la fotosíntesis, pues no tienen clorofila. Esta vital tarea ha recaído en el cuerpo del cactus, que se ha vuelto verde (o verde azulado).

Si pudiéramos mirar una sección a través de un microscopio, o con una lupa muy potente, veríamos que hay infinidad de poros. Por esos poros la planta puede expulsar el oxígeno durante la fotosíntesis, y puede también respirar, ahorrándose una gran cantidad de agua.

Cuando se pintan, lo que están haciendo es taponarles los poros, y el efecto es el mismo que ocurriría si quedasen sumergidos en agua durante 3 días: se asfixiarían y morirían. Por este motivo, los cactus pintados se podrían considerar ”plantas de temporada”, pues duran muy poco tiempo. Aparte, hay que saber que no hay modo alguno de poder quitarles la pintura sin hacerles daño, por lo que lo mejor es no comprarlos.

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Por estos días, estoy intentando cubrir mi balcón para que no se vea la protección metálica. No es algo sencillo teniendo en cuenta que se trata de un balcón muy amplio, de unos diez metros de largo y casi tres de ancho.

Cubrir un balcón de esta dimensiones con plantas no es tarea sencilla y por eso he optado por pensar en aquéllas plantas de crecimiento rápido que regalan un buen número de varas. No sólo cubren con facilidad los espacios sino que además son muy decorativas y bonitas, en especial cuando contrastan con otras especies.

El generoso Papiro de Egipto

Una de las plantas decorativas a tener en cuenta en estos casos es el Papiro de Egipto, una de las tantas variedades de papiro que existen. Se trata de una planta de aspecto interesante, que tiene gran altura y se destaca por sus largas varas que terminan en pequeños focos verdes.

El Papiro de Egipto es una planta que pertenece a la familia Cyperaceae o Ciperácea y, como describe su nombre, es originaria de la Cuenca del Nilo, creciendo desde África tropical hasta Egipto.

Una ventaja es que además de ser llamativa y exótica es una planta de crecimiento rápido y es por eso que es muy considerada por diseñadores y paisajistas pues es una de esas especies que son fiables y grandes aliadas a la hora de añadir verde.

Es muy común que sea utilizada en el exterior aunque también es frecuente que descanse junto a estanques o espejos de agua. Incluso puede permanecer en macetas en el interior dado su poder de adaptación.

Usos y dificultades

El Papiro de Egipto se destaca por sus hojas pequeñas y basales así como por sus flores, que conviven en grupo.

Si bien es una planta con muchas virtudes hay que estar pendiente de su crecimiento dado que puede volverse invasora si no es controlada con periodicidad.

En cuanto a sus cuidados, es una planta que exige sol pleno o bien condiciones de semisombra. Si en cambio quieres tenerlas en macetas en el interior procura ubicarlas cerca de una ventana. Además, necesita de un riego abundante para conservar la humedad y de un abono mensual. La tierra debe ser rica, combinando el suelo con arena y turba.

El Papiro de Egipto se adapta bien a las temperaturas superiores a los 10 grados centígrados. En caso de temperaturas inferiores, se recomienda proteger las plantas.

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Si hay un género de cactus realmente resistente a la sequía, que además posea unas flores de colores muy vivos y cuyos frutos estén deliciosos, ese es el de las Opuntia. Estas plantas cactáceas son las únicas de la familia que es suficiente con que las roces para que notes cómo se te han clavado unas cuantas espinas de menos de 1cm de longitud, pero aparte de este pequeño inconveniente, son cactus muy ornamentales que no necesitan de muchos cuidados. Por todo ello, son cactus que no suelen faltar en las colecciones ni en los jardines situados en zonas donde las lluvias son escasas.

En este especial te voy a mostrar las principales especies de Opuntia, y hacia el final te daré unos cuantos consejos para su cultivo tanto en maceta como en el jardín. No te lo pierdas.

Principales especies

Opuntia ficus indica

La O. ficus indica, u Opuntia maxima también conocida como palera, nopal, tuna, higochumbo, chumbera y muchos otros nombres es originaria sobretodo de México, pero se la encuentra en toda América (tanto del Norte como del Sur). Hoy en día ha conseguido naturalizarse también en el mediterráneo, hasta el punto de convertirse en una plaga. Tiene forma arbustiva, creciendo hasta algo más de 3m de altura, con los segmentos -las ”hojas” de estos cactus- de hasta 15cm de largo por 5-6cm de ancho, verdes. Poseen dos clases de espinas: unas más largas que sobresalen del centro de cada areola, y otras más cortas y finas. Las flores pueden ser amarillas, rojas o anaranjadas, de hasta 5cm de diámetro. El fruto son los llamados higos chumbos, que es por lo que se la conoce por el nombre de chumbera o palera.

Opuntia littoralis

La O. littoralis es originaria de México y California. Crece hasta una altura de 1m, con segmentos de hasta 30cm de largo por 10cm de ancho. De las areolas surgen hasta 11 espinas, de las cuales las más largas pueden medir 1cm. Sus flores son de color amarillo con la base de color rojo, y pueden medir 7,5cm de diámetro.

Opuntia microdasys

La O. microdasys es un cactus originario de México central. Crece como arbusto de hasta 1m de altura, muy ramificado. Los segmentos miden alrededor de 10cm de largo por 5-6cm de ancho. Las areolas están muy juntas unas de otras, a diferencia de otras especies; de cada una de ellas surgen varias pequeñas y finas espinas. Las flores miden 4cm de diámetro, y son de color amarillo.

Opuntia monacantha

La O. monacantha es una de las más altas del género, midiendo hasta 6m de altura. Es originaria de América del Sur, concretamente de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. Los segmentos miden alrededor de 20-25cm de largo por unos 10cm de ancho. De cada areola brotan una o dos espinas largas de color blanquecino. Las flores son de color amarillo o rojo, y pueden medir 8cm de diámetro.

Opuntia ovata

La O. ovata es originaria de México. Puede alcanzar una altura de 1m o 1,5m, con conos de color verde. Posee algunas espinas largas, de 2cm de longitud, y otras más pequeñas y finas las cuales salen de las areolas. La flor es muy bonita, de color amarillo o naranja.

Opuntia tomentosa

La O. tomentosa es originaria de México. Tiene porte arbustivo de hasta 2m, aunque en hábitat puede alcanzar los 8m de altura. Los segmentos miden hasta 30cm de largo por unos 10cm de ancho, son de color verde oscuro y están recubiertas por una fina capa de ”pelillos” de color blanco que repelen la luz solar, impidiendo así que la planta pierda una cantidad excesiva de agua. Sus espinas, que brotan de las areolas, son muy cortas, de hasta 1cm de longitud. Las flores son de color rojo, naranja o amarillo, de hasta 5cm de diámetro.

Cuidados de la opuntia

Estas plantas son unas de las mejores opciones cuando se buscan plantas capaces de resistir la sequía. Si bien por el tamaño que pueden llegar a alcanzar se recomienda más tenerlas en el jardín, vamos a ver también cómo se cuidan en maceta.

En el jardín

Para que tengas unas Opuntias sanas, es necesario que puedan disponer de espacio suficiente para que puedan crecer, y sobretodo, deben de darle mucha luz, a ser posible durante todo el día. Son muy agradecidas, hasta el punto de que se pueden plantar en todo tipo de suelos, incluso en los calcáreos, siempre que durante el primer año se les riegue una vez por semana para que su sistema radicular se adapte a las condiciones del clima.

En maceta

Si quieres tenerla en maceta, te recomiendo que uses un sustrato que tenga buen drenaje, como turba y perlita mezcladas a partes iguales por ejemplo. También es importante que le dé el sol directamente, y que se riegue 2 veces por semana durante el verano y cada 10 días el resto del año.

Otro tema del cual no nos podemos olvidar es el del trasplante, lo cual se tiene que realizar cada primavera. ¿No sabes cómo se hace? No te preocupes, te enseñamos:

1. Lo primero que tienes que hacer es ponerte unos guantes (mejor si son de goma).
2. A continuación, y con mucho cuidado, coloca el cactus tumbado sobre una superficie plana.
3. Ahora, cógelo por la base de la maceta, y dale golpecitos a ambos lados para que salga el cactus.
4. Cuando esté medio cepellón de raíces fuera, podrás retirarle la maceta.
5. Luego, tienes que rellenar un poco su nueva maceta -debe de ser unos 5cm más amplia- con sustrato poroso.
6. Coge con cuidado el cactus por el cepellón, e introdúcelo en su nueva maceta.
7. Finalmente, tienes que terminar de rellenarla, y regar.
8. ¡Listo! Coloca tu cactus en una zona muy luminosa, y continúa regándolo cada 10 días hasta que llegue el verano.

Plagas y enfermedades

Si bien es una planta muy resistente, capaz de naturalizarse si se dan las condiciones adecuadas, a veces un error en el cultivo puede hacer que se vea afectada por cochinillas, sobretodo las que son algodonosas, que se pueden tratar con aceite de parafina, o quitar con un bastoncillo de las orejas humedecido en agua y jabón.

Por otra parte, los hongos Phytophthora pueden perjudicarle seriamente si se riega en exceso, haciendo que el tronco se reblandezca y se pudra, y que la planta se vea mustia. Por este motivo, es muy importante evitar el exceso de riego, ya que lamentablemente los hongos son unos microorganismos muy difíciles de erradicar. De hecho, y cuando hablamos de cactus, lo que se suele hacer es cortar por lo sano y plantarlo como esqueje en una maceta con sustrato muy poroso (como arena de río) hasta que comience a crecer.

Y hablando de esquejes, ¿cómo se reproducen estos cactus?

Reproducción de las Opuntia

Se pueden reproducir por semillas en verano o, como hemos visto, por esquejes. ¿Cómo proceder en cada caso?

Por semillas

Los frutos de estos cactus maduran hacia el final del verano, momento en el que podremos aprovechar para comer… ¡perdón!, por extraer sus semillas y sembrarlas , eso sí. Las semillas son pequeñas, de menos de 2cm de diámetro, de color marrón claro, y tienen forma ovalada. Una vez extraídas, tienes que limpiarlas bien, por lo que puedes ponerlas dentro de un colador, y poner éste debajo del grifo para que el agua se encargue de dejarlas impolutas.

Luego, tienes que rellenar una maceta de no más de 20cm de diámetro con sustrato poroso. Al ser unos cactus todoterreno, será suficiente con que mezcles turba negra con perlita a partes iguales, y coloques un máximo de 5 semillas. Luego sólo será cuestión de regar, y de colocar el semillero en una zona donde le dé la luz solar directamente.

Las primeras germinarán en una o dos semanas.

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Por esquejes

Estas plantas se reproducen muy fácilmente por esquejes de ”hojas” (segmentos). La época ideal para ello es a mediados de primavera, cuando las temperaturas empiezan a subir. Se hace de la siguiente manera:

1. Con una sierra de mano, corta el segmento que más te guste, desde lo más cerca que puedas del tallo o tronco.
2. A continuación, rellena una maceta de 20-30cm de diámetro (dependiendo de lo grande que sea el segmento) con arena de río o sustrato similar.
3. Después, planta el esqueje justo en el centro.
4. Riega.
5. Finalmente, coloca la maceta en una zona que esté muy bien iluminada, pero protegido del sol directo.

Empezará a enraizar muy pronto, al cabo de 10-15 días.

Usos de las Opuntia

Estos cactus se usan sobretodo como planta ornamental y comestible. Sus frutos contienen hierro, fósforo, potasio, vitaminas, entre otros. También hay que decir que en el sur de España se usaban dos segmentos de la O. ficus indica y un par de palos para crear un carro.

Pero además, tiene interesantes propiedades medicinales. Los segmentos una vez calentados al horno se usan como emolientes, a modo de cataplasma. También se emplea para mejorar la digestión, para la diarrea e incluso para las úlceras.

Son, como vemos, unas plantas que, pese a que pueda parecer lo contrario, nos pueden ser de una gran utilidad. No sólo en los jardines, donde se pueden plantar en ”zonas conflictivas”, también en la cocina durante el verano, o cuando tengamos algún que otro problema de salud.

¿Qué te ha parecido este especial de las Opuntia? ¿Tienes alguna?

El artículo Todo sobre las Opuntia, los cactus más resistentes ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

Si algún día tienes la oportunidad de viajar a Cuba puedes aprovechar para conocer una de las variedades de cactus más exóticas del mundo. En esta isla del Caribe vive el Aguacate Cimarrón, también conocido como Flor de Cepa, un tipo de cactus que se encuentra en peligro de extinción y se destaca por su gran tamaño.

El nombre científico de este cactus es Dendrocereus nudiflorus y además de su tamaño es reconocido por su longevidad, pudiendo vivir más de 500 años.

Cactus de origen cubano

El Aguacate Cimarrón es un cactus originario de Cuba y se lo puede encontrar en matorrales costeros y subcosteros, en zonas costeras secas y pedregosas. Lamentablemente, por estos días su continuidad se ve amenazada debido al crecimiento del turismo y la actividad pesquera y carbonera, que destruyen los hábitats naturales.

El punto más llamativo del Dendrocereus nudiflorus es su tamaño pues este cactus puede alcanzar hasta diez metros de altura pero este no es el único récord pues además regala los frutos más grandes de todas las plantas cactáceas.

A primera vista uno podría confundir este cactus con un árbol, en especial debido a que presenta un tronco leñoso que puede alcanzar hasta 1,20 metros de diámetro. De este tronco nodal, nacen otros más pequeños y de ellos diferentes costillas con espinas.

Este cactus además desarrolla una serie de flores nocturnas, de color blanco y con un tubo floral. En cuanto a los frutos, son similares a los del árbol del aguacate y de un color verde intenso. Tienen forma de pera, miden cerca de 12 centímetros de largo y dentro se esconden las semillas.

El objetivo más importante

A pesar de sus cualidades únicas, el Aguacate Cimarrón hoy corre serio peligro de extinción y por eso es que hoy hablamos de este cactus tan único, que regala un tamaño generoso digno de atención.

Lo cierto es que la especie se encuentra entre las 50 plantas más amenazadas de Cuba por lo que investigadores de diferentes jardines botánicos de Cuba han tomado algunos ejemplares de sus lugares originarios para salvarlos, elevando el número de especies.

Por el momento, los especialistas se encuentran reproduciendo la especie en laboratorios para luego reinsertarla en hábitats similares a sus lugares originales para así aumentar el número.

Una de las razones de su extinsión es que la especie es infrecuente incluso en hábitats bien preservados. Para el año 2009, se detectaban apenas 250 ejemplares maduros.

El artículo El Aguacate Cimarrón, un cactus gigante ha sido originalmente publicado en Jardineria On.

Quizá porque son fáciles de cuidar o por simple tendencia en decoración, lo cierto es que de un tiempo a esta parte los cactus y las suculentas han recuperado un lugar protagónico en el entorno verde y prometen quedarse largo tiempo. La razón más sencilla es pensar que no requieren grandes esfuerzos pues basta con regarlos de tanto en tanto y crecerán con firmeza y sin exigencias.

Son muchos los que gustan combinar no menos de una docena de cactus y pequeñas suculentas para así crear una zona diferenciada, incluso agregar algunas figuras de budas o pequeñas cascadas de agua para recrear un rincón zen.

Pero antes de crear este espacio verde es preciso conocer las diferencias entre los cactus, las plantas crasas y las plantas suculentas pues hay personas que confunden uno y otro, creyendo que se trata de lo mismo.

Muchas confusión se ha generado por esto de confundir los términos. Son muchas las personas que hablan de los cactus y de las suculentas como si fuesen lo mismo. Pero se trata de términos diferenciados.

Cactus y suculentas

Las plantas suculentas son aquéllas que pueden adaptarse a tiempos de larga sequía y calor extremo gracias a que reducen su transpiración y así pierden menos agua. La suculencia de una planta se resume en esta doble capacidad de reducir la transpiración y al mismo tiempo almacenar agua, esto gracias a que estas plantas presentan una superficie reducida para así evitar la pérdida de agua. Ella almacenan agua en épocas de humedad, guardándola en las hojas, los tallos o en las raíces.

Los cactus son las plantas suculentas más conocidas, presentan un tallo suculento y por eso se dice que son plantas suculentas aunque sólo son una de las muchas especies de suculentas que existen. Los cactus pertenecen a la familia Cactaceae y son el mejor ejemplo del poder de adaptación de las plantas suculentas y por eso presentan apenas un tallo o una columna en donde se almacena el agua y un recubrimiento lanoso que ayuda a protegerse del calor.

Plantas crasas y suculentas

Aunque los cactus son las plantas suculentas más famosas del mundo, hay muchas otras especies que tienen esta misma capacidad y por eso son parte del grupo. Estas plantas son conocidas como plantas crasas y también pertenecen al grupo de suculentas aunque ellas desarrollado diferentes cualidades para almacenar el agua, como pueden ser unas estructuras rígidas entrelazadas que forman rosetas, hojas simplificadas o engrosadas o bien un vello reflectante y de color claro. Dentro de las plantas crasas, hay familias botánicas famosas como Agavaceae, Aizoaceae, Crassulaceae o Asphodelaceae.

De una u otra forma, el grupo de plantas suculentas logra lo que muy pocos grupos consiguen: adaptarse a su entorno para sobrevivir. Por eso es que toda la gama de plantas suculentas son fáciles de cuidar y se adaptan casi a cualquier hábitat.

El artículo Diferencias entre cactus, crasas y plantas suculentas ha sido originalmente publicado en Jardineria On.